martes, 22 de noviembre de 2011

Reflexiones. La Estrategia y el Tiempo,

Caracas, 02 de Abril de 2002
Por: Gastón Domínguez 
 La Estrategia.
         Sobre la estrategia existen múltiples apreciaciones. Estas nacen en el campo en el cual se le quiere dar aplicación. Lo cierto es que la estrategia  la  constituyen acciones por medio de las cuales se desea alcanzar una situación anhelada. Tal situación nace de una idea, que enaltece un estado o situación en el futuro. La estrategia per se, se convierte en un instrumento, una guía, mediante la cual se pueden ordenar los pensamientos, estos a su vez se transforman en acciones enmarcadas en un lapso de tiempo.
         La estrategia, se cristaliza por las acciones. Las ideas evolucionan, de un futuro idealizado, pasa a un presente que estudia y examina  constantemente la evolución de la idea. La estrategia,  no depende del tiempo; el tiempo se convierte en un elemento más de la estrategia. La estrategia depende de la buena concepción de la idea y de la ejecución de las acciones. La idea la enmarcamos en un tiempo.
         Al enmarcar las acciones en el tiempo, le otorgamos dimensiones y características que las identifican. La estrategia adecua, el orden mas apropiado para su ejecución, sobre espacios cambiantes a lo largo de su desarrollo. Las acciones sin tiempo, no se conciben. El  comenzar y el terminar es imprescindible para la estrategia. No se concibe la estrategia sin un comienzo; el mismo dicta el origen para el cambio deseado y el final es el punto de llegada en donde se constata si verdaderamente la estrategia fue adecuada.  
         Al relacionar el tiempo  y la acción, como el producto de una idea se genera una estrategia. El espacio, el tercer factor de la estrategia. Este  es inestable, tiene estados cambiantes compuestos por condiciones naturales o artificiales.
         La estratégica conjuga tres tiempos pasado presente y futuro. En los dos primeros se trabaja sobre el pasado y el futuro en el presente. Los dos primeros se caracterizan por la ejecución constante de actividades, el último por la sola existencia de la idea del estado que se desea alcanzar.
Pasado Estático
         Del pasado queda el recuerdo y lo escrito al concluir la acción. El pasado,  se caracteriza por ser permanente y Estático. El tiempo no influye, no modifica las acciones realizadas. De las acciones realizadas, se obtiene conocimiento empírico; experiencia que pueden ser aplicadas a situaciones en el presente efímero y al futuro incierto. De lo vivido y de la práctica, se pueden emitir juicios que pueden ser influyentes en la toma de decisiones en el presente, para dibujar el futuro. Lo cierto es que el futuro se esboza en el pasado y se diseña en el presente. La línea divisoria entre el pasado y el presente, es tenue, se confunden las actividades en el tiempo, se funden el pasado y el presente en uno solo,  en un instante. Constantemente vivimos en el pasado. No hay presente. Solo pasado y futuro. El presente es circunstancial y referencial. El pasado es fácilmente delimitable, queda la prueba tangible de lo hecho, cuando no, queda registrado en el recuerdo en la memoria o en un papel. Cuando supuestamente nos detenemos a evaluar las acciones, inmediatamente es pasado.
Presente Dinámico      
         En la estrategia, la línea temporal de las acciones es muy tenue. El Pasado se involucra con el presente de manera  permanente,  el presente se convierte permanentemente y de forma inmediata en pasado medible y por tanto evaluable.
         En el presente, se reflexiona sobre el pasado, ¿como fue?, basado en las lecciones que de él podemos aprender en el presente emprendemos actividades que constantemente materializan las ideas que a su vez constantemente cambian y que a cada instante forman parte del pasado. Hacemos estrategia en el presente efímero, enmarcado en un pasado constante,  ideando como serán las cosas en el futuro.
Futuro Regresivo  
         El futuro es idealizado de dos maneras: Uno como se desea, el otro como puede ser.
Según la apreciación del observador, el tiempo futuro se ubica adelante, en alguna parte, donde se llegará y se terminará la acción, imaginada  o diseñada en el presente y plasmada inmediatamente en los recuerdos que forman parte de los registros del pasado. Se marca un hito; una señal que permite fijar en la dimensión tiempo, ¿cuanto tardará en alcanzarlo? Al fijar el hito, se inmoviliza, se estabiliza el tiempo. Se define un punto, que fija a su vez límites: Un inicio y un fin. ¿Pero realmente vamos hacia adelante?, ¿Realmente el ser, se dirige hacia el futuro?,  o ¿el tiempo se transforma en una cuenta regresiva que inexorablemente se acerca a cada momento  al cero, al presente y se convierte en pasado?
Si se fijan metas para ser alcanzadas en el futuro, no vamos hacia a ellas, hacemos que cada instante, por medio de nuestros actos estas se acerquen mas a nosotros. Se construye el futuro en el presente, se idealiza en constante en el presente a medida que se desarrollan las estrategias. Cuando se alcanzan las metas, el futuro idealizado se convierte por un momento en presente, para inmediatamente ser pasado.

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